Condenado a la miseria de pensar estaba, nada lo hacia cambiar de parecer, pensaba y pensaba, la palabra le daba vueltas y vueltas por la cabeza y aun así no encontraba la explicación tal para aquel suceso.
Aquella palabra le daba miedo, no sabia que hacer, que pensar, que actuar, que decir, estaba bloqueado, anonadado, perplejo ante el papel. El lápiz se movía, solo las letras dibujadas gritaban y gritaban y aun así no escuchaba. Por la ventana la silueta de un guapo joven de aproximadamente unos 20 años lo llamaba, le gritaba ven, tengo algo que decir, y el no sabia que responder, escondido se encontraba, bajo la cama, con la luz apagada, solo el sonido de la voz se escuchaba, y el joven gritaba, ven quiero decirte algo, pero el miedo lo consumió y aunque sabia lo que venia y lo que le dirían, no quiso asomar sus ojos por el balcón, el joven guapo se fue y condenado se quedo a vivir junto a su amante soledad por siempre!
domingo, 2 de mayo de 2010
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